Saturada está mi alma, de tu amor sublime y puro no hay sustancia, no hay verdugo, que pueda ponerle calma
Fue forjado en el fuego sempiterno del altar, ni el agua puede apagar, ni los tiempos, ni sazones, ni lamentos es amor del todo dar,
Que se construye enterito, no está basado en los mitos, ni en historias, ni leyendas está marcado por sangre que no borra ni el que quiera muchos reyes han tratado, religiones, paganismos, no han tocado ningún pito, pues la verdad ha triunfado, es Jesús el que ha marcado, con su amor el infinito.